Hoy me he levantado de mala gana, con el pie izquierdo suele decirse, con un humor extrañamente malo.
Más bien enfadada que relajada, después de 8 horas de sueño, más bien iracunda que templada.
Necesito unos oídos que calmen mis ideas, unos brazos que apacigüen mi paranoia, unos labios que sepan decirme lo que necesito escuchar.
Necesito fuerzas
25 de mayo de 2011
18 de mayo de 2011
Y fue a la medianoche cuando terminaste de alejarte, cuando finalmente nos diste la espalda y continuaste por un camino que ni tú venias claro, no obstante lo cogiste y seguiste fiel las pisadas que allí había marcadas. No te dabas cuenta de que con cada paso te veías más inmerso en la oscuridad, y que tus ojos se estaban acostumbrando tanto a las sombras que llegaría el día en el que la luz del sol te fuera tan ajena que te cegaría. No solo era la ausencia de luminosidad lo que te atrapaba, poco a poco dejaste de entender lo que era una voz humana, incluso la voz de tu conciencia se había tornado extraña. Solo te guiabas por la luna y ni siquiera el amanecer podía ya contigo.
23 de abril de 2011
Y por qué son las emociones tan dispares y a la vez tan iguales; de esa manera en la que puedes odiar a alguien al que has amado, en la que la ira se convierte en lágrimas, o cuando el momento más feliz de tu vida te hace llorar; en esos momentos en los que estás en la cima y una sola palabra puede hacerte caer hasta el mismísimo infierno.
¿Acaso no has confundido la risa con el sollozo?
¿Acaso no has confundido la risa con el sollozo?
18 de abril de 2011
Me asquea hasta respirar.
Es frustrante vivir en un entorno encerrado de ira y disgusto, y que abrir los ojos y despertarse solo sea sinónimo de odio.
Ni estás a gusto donde vives, ni con quién vives, ni para lo que vives; que solo permaneces con ganas de que llegue el fin de semana para reunirte con una botella, que te dará más mal que bien y aún así termines vomitando por la gente que tienes alrededor. Que no merece la pena ni que levantes la cabeza porque solo verás más mierda y rezarás porque llegue el día en el que puedas mandar tu vida a la mierda y largarte, o definitivamente dejarlo todo.
Me asquea, me consume tener los sentidos activos, que el ver, el oír y el tocar solo me provoquen nauseas.
Es frustrante vivir en un entorno encerrado de ira y disgusto, y que abrir los ojos y despertarse solo sea sinónimo de odio.
Ni estás a gusto donde vives, ni con quién vives, ni para lo que vives; que solo permaneces con ganas de que llegue el fin de semana para reunirte con una botella, que te dará más mal que bien y aún así termines vomitando por la gente que tienes alrededor. Que no merece la pena ni que levantes la cabeza porque solo verás más mierda y rezarás porque llegue el día en el que puedas mandar tu vida a la mierda y largarte, o definitivamente dejarlo todo.
Me asquea, me consume tener los sentidos activos, que el ver, el oír y el tocar solo me provoquen nauseas.
4 de abril de 2011
Going Under
No hay indicios de que nada vaya a cambiar, de que quizá algo bueno suceda, de que se acaben las olas que ahogan mis esperanzas.
Que enterradas las ilusiones gritan profundas en el agujero del olvido, dónde ansían una vez más ser rescatadas, pues las fuerzas que les quedan acaban por ser pisoteadas, y una vez más vuelven a hundirse.
Que enterradas las ilusiones gritan profundas en el agujero del olvido, dónde ansían una vez más ser rescatadas, pues las fuerzas que les quedan acaban por ser pisoteadas, y una vez más vuelven a hundirse.
20 de marzo de 2011
1 de marzo de 2011
Inciso
Una breve parada.
No siempre son las palabras las que determinan tu manera de actuar, y menos de ser, si no tus acciones presentes y pasadas. Las pasadas: aquellas que te han forjado una fama, una manera de ser, un carácter podría decirse, y las actuales podrían referirse a tus estados de ánimo temporales, a tus opiniones cambiantes, o quizá a tus preferencias personales.
Se supone que lo que da forma al carácter de una persona es lo que le hace darse a conocer como quien es, y así el resto de personas los acepta o no dependiendo, claro está , de sus propias opiniones.
Introduzcamos el factor humano: las personas cambian, ya sea por sucesos de sus vidas, en su familia, sus estudios, o por influencia de otras personas. Personas que pueden pasar por tu vida momentáneamente, o que han llegado para quedarse. Pero al fin y al cabo son ajenas a ti, y tarde o temprano acabaran pasando, y podrás llegar a olvidarlas.
Respecto a ese tema, el ser humano tiene tendencia a asociarse, por así decirlo con otros congéneres que les causan afinidad, ya sea por simpatía, por familiaridad, por amor, o por amistad; y así conviven con ellos todo lo que la vida puede ofrecerles y/o depararles.
Todas las personas tarde o temprano hacemos daño al resto para continuar nuestro propio camino, pero eso no quiere decir no obstante, que haya sido de manera predeterminada o planeada (ni mucho menos). Aquí entran conceptos como el arrepentimiento, el perdón, incluso el olvido.
¿Qué factores te impulsan a cambiar? ¿Qué sucesos han hecho cambiar tu punto de vista?
La predilección.
La predilección es aquella sustancia que se te mete hasta las entrañas para apoderarse de todas y cada una de tus células, se alimenta de tus pensamientos y te ofrece un nuevo oxigeno que aspirar. Puede hacerte ver las cosas de manera inversa, así tu visión del mundo puede haber cambiado de color. Esta sustancia, o esencia, tiene un alto porcentaje de adicción, alquitrán y en ciertos casos veneno. Suele hacerte cambiar de valores, y de preferencias, haciendo cambiar a su vez los estamentos de las personas que te rodean (entre otras cosas).
Tiene un carácter efímero y pasajero, pero penetrante y obsesivo hasta el más alto grado humanamente soportado.
Pero, ¿puede hacer esto cambiar el pasado? ¿puede esto volverte en contra de tus antiguos ideales? Incluso… ¿puede hacerte ver a las personas de otra manera?
Si. Puede llegar incluso a volverte en contra de aquellos que conoces si tu carácter es débil, ( y que más decir si hay influencias –marcadas- de terceros)
Ahora reflexiona, piensa, ¿hasta dónde te ha consumido el veneno?
No siempre son las palabras las que determinan tu manera de actuar, y menos de ser, si no tus acciones presentes y pasadas. Las pasadas: aquellas que te han forjado una fama, una manera de ser, un carácter podría decirse, y las actuales podrían referirse a tus estados de ánimo temporales, a tus opiniones cambiantes, o quizá a tus preferencias personales.
Se supone que lo que da forma al carácter de una persona es lo que le hace darse a conocer como quien es, y así el resto de personas los acepta o no dependiendo, claro está , de sus propias opiniones.
Introduzcamos el factor humano: las personas cambian, ya sea por sucesos de sus vidas, en su familia, sus estudios, o por influencia de otras personas. Personas que pueden pasar por tu vida momentáneamente, o que han llegado para quedarse. Pero al fin y al cabo son ajenas a ti, y tarde o temprano acabaran pasando, y podrás llegar a olvidarlas.
Respecto a ese tema, el ser humano tiene tendencia a asociarse, por así decirlo con otros congéneres que les causan afinidad, ya sea por simpatía, por familiaridad, por amor, o por amistad; y así conviven con ellos todo lo que la vida puede ofrecerles y/o depararles.
Todas las personas tarde o temprano hacemos daño al resto para continuar nuestro propio camino, pero eso no quiere decir no obstante, que haya sido de manera predeterminada o planeada (ni mucho menos). Aquí entran conceptos como el arrepentimiento, el perdón, incluso el olvido.
¿Qué factores te impulsan a cambiar? ¿Qué sucesos han hecho cambiar tu punto de vista?
La predilección.
La predilección es aquella sustancia que se te mete hasta las entrañas para apoderarse de todas y cada una de tus células, se alimenta de tus pensamientos y te ofrece un nuevo oxigeno que aspirar. Puede hacerte ver las cosas de manera inversa, así tu visión del mundo puede haber cambiado de color. Esta sustancia, o esencia, tiene un alto porcentaje de adicción, alquitrán y en ciertos casos veneno. Suele hacerte cambiar de valores, y de preferencias, haciendo cambiar a su vez los estamentos de las personas que te rodean (entre otras cosas).
Tiene un carácter efímero y pasajero, pero penetrante y obsesivo hasta el más alto grado humanamente soportado.
Pero, ¿puede hacer esto cambiar el pasado? ¿puede esto volverte en contra de tus antiguos ideales? Incluso… ¿puede hacerte ver a las personas de otra manera?
Si. Puede llegar incluso a volverte en contra de aquellos que conoces si tu carácter es débil, ( y que más decir si hay influencias –marcadas- de terceros)
Ahora reflexiona, piensa, ¿hasta dónde te ha consumido el veneno?
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