Me asquea hasta respirar.
Es frustrante vivir en un entorno encerrado de ira y disgusto, y que abrir los ojos y despertarse solo sea sinónimo de odio.
Ni estás a gusto donde vives, ni con quién vives, ni para lo que vives; que solo permaneces con ganas de que llegue el fin de semana para reunirte con una botella, que te dará más mal que bien y aún así termines vomitando por la gente que tienes alrededor. Que no merece la pena ni que levantes la cabeza porque solo verás más mierda y rezarás porque llegue el día en el que puedas mandar tu vida a la mierda y largarte, o definitivamente dejarlo todo.
Me asquea, me consume tener los sentidos activos, que el ver, el oír y el tocar solo me provoquen nauseas.
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