26 de febrero de 2011
22 de febrero de 2011
Puerta equivocada
Allá por donde camines habrá multitud de puertas que deparen tu destino, ahí está tu suerte y tu atino si escoges la correcta.
Abrir un autentico abismo tiene las mismas posibilidades que abrir una puerta con una jauría, y exactamente el mismo porcentaje de acierto que la que te muestra el amor de tu vida.
No hay nada que te de una mínima pista sobre lo que te vas a encontrar, ni siquiera puedes fiarte del color, de la textura o de su fortaleza, las puertas se abren a base de corazonadas.
No vas a encontrar un picaporte más caliente que otro, ni una veta más lisa quizá.
Todo esto no es si no otra prueba más.
Intenta encontrar la tuya, yo, he vuelto a equivocarme.
Abrir un autentico abismo tiene las mismas posibilidades que abrir una puerta con una jauría, y exactamente el mismo porcentaje de acierto que la que te muestra el amor de tu vida.
No hay nada que te de una mínima pista sobre lo que te vas a encontrar, ni siquiera puedes fiarte del color, de la textura o de su fortaleza, las puertas se abren a base de corazonadas.
No vas a encontrar un picaporte más caliente que otro, ni una veta más lisa quizá.
Todo esto no es si no otra prueba más.
Intenta encontrar la tuya, yo, he vuelto a equivocarme.
11 de febrero de 2011
Ponle nombre a esta noche y haz que sea eterna.
Quiero poder recordarla hasta que no haya fin y seguir sintiendo el tacto de tus manos hasta la misma hora de mi muerte. Necesito poder aspirar el olor que desprendes en el final de mis días, y no quiero olvidar el sabor de tus labios hasta el momento en el que no pueda volver a abrir los ojos.
Quiero sumirme en la intensidad de la oscuridad y mezclarme con la pasión de la atmosfera de esa habitación. Hasta que no distingamos de quién es el sudor y nos abrasemos al tocarnos.
Respirar lo que tu expiras y vivir por momentos del oxigeno que tu cuerpo rechaza.
Quiero poder recordarla hasta que no haya fin y seguir sintiendo el tacto de tus manos hasta la misma hora de mi muerte. Necesito poder aspirar el olor que desprendes en el final de mis días, y no quiero olvidar el sabor de tus labios hasta el momento en el que no pueda volver a abrir los ojos.
Quiero sumirme en la intensidad de la oscuridad y mezclarme con la pasión de la atmosfera de esa habitación. Hasta que no distingamos de quién es el sudor y nos abrasemos al tocarnos.
Respirar lo que tu expiras y vivir por momentos del oxigeno que tu cuerpo rechaza.
1 de febrero de 2011
Quiero encontrarte.
Quiero encontrarte al final de ese camino, esperándome.
Quiero ver que me estás esperando ahí, quieto, con los brazos abiertos. Sabiendo que no puedes caminar porque está todo apagado, y solo verás si me acerco a ti, porque yo soy tu luz.
Quiero que me des el calor que me falta, porque la sangre ya no me llega a los dedos, se me están congelando las lágrimas.
Quiero que me quites el filtro gris de la retina, y que desveles mis recuerdos.
Estoy rodando mi vida con diapositivas, sin continuidad, estática, sin sentido lineal.
Quiero encontrarte al final de ese camino, esperándome.
Quiero ver que me estás esperando ahí, quieto, con los brazos abiertos. Sabiendo que no puedes caminar porque está todo apagado, y solo verás si me acerco a ti, porque yo soy tu luz.
Quiero que me des el calor que me falta, porque la sangre ya no me llega a los dedos, se me están congelando las lágrimas.
Quiero que me quites el filtro gris de la retina, y que desveles mis recuerdos.
Estoy rodando mi vida con diapositivas, sin continuidad, estática, sin sentido lineal.
25 de enero de 2011
Permanece
Incapaz de sentir, pero añorando el amor. Aquí se encuentran los restos de lo que una vez fue un cuerpo, trocitos de alma fragmentada.
Tiembla con cada brisa, vibra con el frio, llora con las escenas de amor.
Con alas marchistas, incapaz de echar a volar, coja y a la vez deambulante; espera la última razón que le haga alejarse de esta vida, pues ya perdió la esperanza de dar con la que le ate a la tierra.
Vive por vivir, sin saber qué decidir, flota en el aire de la realidad dejándose mecer por el miedo colindante.
Ahogada en los defectos, comiendo de los pecados, sin dejar huella pero aromatizando las calles que deja a su paso, con un olor frio, amargo, húmedo, continua respirando.
Tiembla con cada brisa, vibra con el frio, llora con las escenas de amor.
Con alas marchistas, incapaz de echar a volar, coja y a la vez deambulante; espera la última razón que le haga alejarse de esta vida, pues ya perdió la esperanza de dar con la que le ate a la tierra.
Vive por vivir, sin saber qué decidir, flota en el aire de la realidad dejándose mecer por el miedo colindante.
Ahogada en los defectos, comiendo de los pecados, sin dejar huella pero aromatizando las calles que deja a su paso, con un olor frio, amargo, húmedo, continua respirando.
18 de enero de 2011
Forbidden
Dime que todo esto es un sueño, que realmente nada está pasando.
Dime que esto es fruto de mi imaginación, del insomnio y del subconsciente.
¿De dónde ha salido esa necesidad de huir de todo?
¿Por qué soy incapaz de enfrentarme al más mínimo obstáculo?
Vivo con los ojos vendados y camino a tirones.
Me muevo sin avanzar, en círculos, pero con el paisaje cambiando, con las estaciones pasando, con los días terminando…
Sucumbiendo a los pecados, chirriando por la envidia, sacando soberbia de donde no la hay y convirtiendo la frustración en ira.
Pero sin un motivo.
6 de enero de 2011
Rutina
Dame tiempo para no volver, para poder mirar todo esto desde la lejanía. Observar desde lo alto lo pequeñas que son las calles de esta ciudad y cómo las diminutas hormigas que somos nos congregamos en los mismos lugares, a las mismas horas, los mismos días…
Y sin salir de esta rutina, poder predecir sin lugar a dudas a qué hora sonarán las campanas que rigen nuestras pautas. Sabiendo que nada cambiará y que viviremos sumidos en el color gris de los días.
Pero son nuestras propias miradas las que perturban la realidad, que solo es una niebla la que atrapa el tiempo y no somos capaces de atravesarla.
Y sin salir de esta rutina, poder predecir sin lugar a dudas a qué hora sonarán las campanas que rigen nuestras pautas. Sabiendo que nada cambiará y que viviremos sumidos en el color gris de los días.
Pero son nuestras propias miradas las que perturban la realidad, que solo es una niebla la que atrapa el tiempo y no somos capaces de atravesarla.
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