20 de noviembre de 2010

Otoño III

¿Cuál es la solución cuando ves vacío en cada rincón de tu alma?
¿Y qué ocurre cuando desesperas buscando algo por lo que seguir?
¿Qué hacer cuando el futuro te abruma, y no encuentras agujero por donde respirar?
Cuando el presente te ata, y el pasado ya no te apoya, cuando vives sumergido bajo un muro de ira y lamento…
Cuando el dolor persiste más allá de los sueños y no puedes ni siquiera despertar de la realidad…
Cuando te atrae más el olvido que el propio aire y tus pulmones anhelan más el humo que el oxigeno…
Quizá es que has llegado a tu tope, quizá no puedas aguantar más.

16 de noviembre de 2010

Otoño II

¿Cuándo aparecerá el camino hacia la gloria?
Parece que es cierto que hay una senda para todos, es quizás seguro, que todos tenemos algo de luz en nuestro camino.
Hay quien nace con estrella, y quién desde que abre los ojos ve la oscuridad del más profundo subsuelo.
Puede que todo se base en el optimismo de la persona, o en la opacidad de la negrura que vela nuestras miradas. Es posible que el aire se respire más dulce dependiendo de los pulmones que aspiran, e incluso que el sabor amargo no exista en determinadas lenguas.

Solo es real aquella conclusión que nos dice que para cada uno hay un mundo, una felicidad, una luz y una derrota.

3 de noviembre de 2010

Otoño I

En otoño no solo las hojas se caen.
Es tiempo de perdida y de abandono.
En otoño no solo los arboles se marchitan.
Es tiempo de vacío y decadencia.

14 de octubre de 2010

Maneras de ser humano

¿Hasta donde va a llegar la locura de nuestras entrañas?
¿Cuándo vamos a dejar de utilizar el subconsciente erróneo?
Más de una vez, y más de dos, infinitas, imparables, imperdonables, estúpidas, ilógicas, insípidas, inservibles, frustrantes, demoledoras, dolorosas, maquiavélicas, vengativas, irracionales, impulsivas…
Todas las razones son válidas para crearte una disculpa propia, porque eso es lo que nos llena cuando derrumbamos nuestros principios.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra

27 de septiembre de 2010

Por todas las cosas que se han ido, y por todas aquellas que están por llegar: escribiré mis memorias y no habrá ni un solo detalle por contar. Viviré en la ficción si ello me ayuda a recordar, pero no perderé la esperanza, para todos hay algo por lo que continuar.

31 de agosto de 2010

Solución

Ya se cual es el problema: mi habitación es un santuario de dolor, y mi cama el trono de la desesperación.
Mis miedos empiezan aquí todas las mañanas, y descansan en estado de duermevela por las noches. Me acompañan a donde quiera que vaya cuando cruzo esta puerta, pero pronto regresan por si solos para esperarme aquí con energía.
Poseen mi mente con solo tocar el picaporte, y adentran en mí con la primera brisa que trae mi olor. Están escritos en cada rincón de esta pared, y han dejado sus huellas en todo aquel lugar que he tocado. Se visten conmigo cada día, pero no marchan cuando me desnudo.
Llenan cada molécula de polvo para meterse a través de mis pulmones, y destruirme por dentro.
Es como decir que todos los malos sentimientos se han envasado en este lugar, como pensar que se alimentan de mi cuerpo cuando llego. Parece que a la vez que aclaman mis entrañas están deseando que huya, que no vuelva, que deje este lugar para siempre…
Igual es la única solución

23 de agosto de 2010

End of an era, end of all hope



Y al final de todas las cosas, se puede decir que “ha terminado”. Que la historia ha acabado. Nadie sabría decir si con un final feliz o triste, ni siquiera indiferente. Solo sabemos que finalmente las puertas se han cerrado a nuestras espaldas y que el camino se ha bifurcado para enseñarnos las nuevas que están por venir. Algunas ya se han abierto, otras no, y las que faltan, quizá nunca lo hagan.
Se ha marcado el fin de una era, el fin de toda la esperanza, de todo un camino lleno de canciones, de historias, de recuerdos… y se ha cerrado con candado. Pero no por ello hay que olvidarlo, extrañarlo o guardarlo rencor, simplemente estuvo ahí, formando parte de un todo. Ahora toca mirar al frente y caminar.
Sea por donde sea donde nos guíen nuestros pasos, al final del camino encontraremos todas las historias metidas en cajitas y cada una con un nombre, algunas más pequeñas, otras más grandes… pero siempre habrá un lugar para cada una ellas al final de ese camino. Cuando crucemos la última puerta, nos llevaremos una con nosotros, y será la que nos acompañe el resto de nuestras vidas.
Con ella fundaremos nuestra eternidad, porque será la que realmente deseemos.