20 de marzo de 2011
1 de marzo de 2011
Inciso
Una breve parada.
No siempre son las palabras las que determinan tu manera de actuar, y menos de ser, si no tus acciones presentes y pasadas. Las pasadas: aquellas que te han forjado una fama, una manera de ser, un carácter podría decirse, y las actuales podrían referirse a tus estados de ánimo temporales, a tus opiniones cambiantes, o quizá a tus preferencias personales.
Se supone que lo que da forma al carácter de una persona es lo que le hace darse a conocer como quien es, y así el resto de personas los acepta o no dependiendo, claro está , de sus propias opiniones.
Introduzcamos el factor humano: las personas cambian, ya sea por sucesos de sus vidas, en su familia, sus estudios, o por influencia de otras personas. Personas que pueden pasar por tu vida momentáneamente, o que han llegado para quedarse. Pero al fin y al cabo son ajenas a ti, y tarde o temprano acabaran pasando, y podrás llegar a olvidarlas.
Respecto a ese tema, el ser humano tiene tendencia a asociarse, por así decirlo con otros congéneres que les causan afinidad, ya sea por simpatía, por familiaridad, por amor, o por amistad; y así conviven con ellos todo lo que la vida puede ofrecerles y/o depararles.
Todas las personas tarde o temprano hacemos daño al resto para continuar nuestro propio camino, pero eso no quiere decir no obstante, que haya sido de manera predeterminada o planeada (ni mucho menos). Aquí entran conceptos como el arrepentimiento, el perdón, incluso el olvido.
¿Qué factores te impulsan a cambiar? ¿Qué sucesos han hecho cambiar tu punto de vista?
La predilección.
La predilección es aquella sustancia que se te mete hasta las entrañas para apoderarse de todas y cada una de tus células, se alimenta de tus pensamientos y te ofrece un nuevo oxigeno que aspirar. Puede hacerte ver las cosas de manera inversa, así tu visión del mundo puede haber cambiado de color. Esta sustancia, o esencia, tiene un alto porcentaje de adicción, alquitrán y en ciertos casos veneno. Suele hacerte cambiar de valores, y de preferencias, haciendo cambiar a su vez los estamentos de las personas que te rodean (entre otras cosas).
Tiene un carácter efímero y pasajero, pero penetrante y obsesivo hasta el más alto grado humanamente soportado.
Pero, ¿puede hacer esto cambiar el pasado? ¿puede esto volverte en contra de tus antiguos ideales? Incluso… ¿puede hacerte ver a las personas de otra manera?
Si. Puede llegar incluso a volverte en contra de aquellos que conoces si tu carácter es débil, ( y que más decir si hay influencias –marcadas- de terceros)
Ahora reflexiona, piensa, ¿hasta dónde te ha consumido el veneno?
No siempre son las palabras las que determinan tu manera de actuar, y menos de ser, si no tus acciones presentes y pasadas. Las pasadas: aquellas que te han forjado una fama, una manera de ser, un carácter podría decirse, y las actuales podrían referirse a tus estados de ánimo temporales, a tus opiniones cambiantes, o quizá a tus preferencias personales.
Se supone que lo que da forma al carácter de una persona es lo que le hace darse a conocer como quien es, y así el resto de personas los acepta o no dependiendo, claro está , de sus propias opiniones.
Introduzcamos el factor humano: las personas cambian, ya sea por sucesos de sus vidas, en su familia, sus estudios, o por influencia de otras personas. Personas que pueden pasar por tu vida momentáneamente, o que han llegado para quedarse. Pero al fin y al cabo son ajenas a ti, y tarde o temprano acabaran pasando, y podrás llegar a olvidarlas.
Respecto a ese tema, el ser humano tiene tendencia a asociarse, por así decirlo con otros congéneres que les causan afinidad, ya sea por simpatía, por familiaridad, por amor, o por amistad; y así conviven con ellos todo lo que la vida puede ofrecerles y/o depararles.
Todas las personas tarde o temprano hacemos daño al resto para continuar nuestro propio camino, pero eso no quiere decir no obstante, que haya sido de manera predeterminada o planeada (ni mucho menos). Aquí entran conceptos como el arrepentimiento, el perdón, incluso el olvido.
¿Qué factores te impulsan a cambiar? ¿Qué sucesos han hecho cambiar tu punto de vista?
La predilección.
La predilección es aquella sustancia que se te mete hasta las entrañas para apoderarse de todas y cada una de tus células, se alimenta de tus pensamientos y te ofrece un nuevo oxigeno que aspirar. Puede hacerte ver las cosas de manera inversa, así tu visión del mundo puede haber cambiado de color. Esta sustancia, o esencia, tiene un alto porcentaje de adicción, alquitrán y en ciertos casos veneno. Suele hacerte cambiar de valores, y de preferencias, haciendo cambiar a su vez los estamentos de las personas que te rodean (entre otras cosas).
Tiene un carácter efímero y pasajero, pero penetrante y obsesivo hasta el más alto grado humanamente soportado.
Pero, ¿puede hacer esto cambiar el pasado? ¿puede esto volverte en contra de tus antiguos ideales? Incluso… ¿puede hacerte ver a las personas de otra manera?
Si. Puede llegar incluso a volverte en contra de aquellos que conoces si tu carácter es débil, ( y que más decir si hay influencias –marcadas- de terceros)
Ahora reflexiona, piensa, ¿hasta dónde te ha consumido el veneno?
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