
* Foto :*http://www.flickr.com/photos/onaday-liketoday/4469896084/ *
Yo creo que hay muchas maneras de fragmentar tu alma:
- Normalmente con intención y premeditación escoges un trozo de ti mismo para que “alguien” lo lleve consigo, ahí tu alma debería completarse un poco más.
-También creo en los “robadores de alma”… yo los defino como personas del anterior tipo, a aquellas a quien has decidido regalarles parte de ti, pero que finalmente desaparecen con ese trocito de tu alma.
-Otro motivo podría ser cuando viendo que solo vas a recibir daño, no haces nada por evitarlo ( y hablo de su manera voluntaria, no en el sentido estricto de la palabra, sino en tu manera de actuar respecto al tema en cuestión, es decir, no es que tú seas protagonista del daño que has recibido, pero si, de no hacer nada para evitarlo); ya sea porque quieres hacerte cargo de un problema que no es tuyo, cuando eres demasiado orgulloso, o cuando (la más usual) estas cegado por algún sentimiento de tu interior, o has dejado alguno prendado y eres presa de la impotencia.
-Diré que a veces regalas pedazos de tu alma cuando quieres que la de alguien se vea completada, es decir, cuando ves el sufrimiento en alguien querido y con todo tu corazón quieres que termine de pasarlo mal.
En todo momento he hablado de maneras “voluntarias” de ceder tu interior, puesto que en este proceso tú no rasgas ni quiebras lo que hay dentro de ti sino que poco a poco apartas con cuidado todo aquello que quieres dar, y en un principio sin pensamiento alguno de que pueda ser dañino para ti.
Pero esta no es la única manera de agotar tu arma, pues las maneras de perderla son las dolorosas, y las que te secan por dentro.
Y ahora es cuando empezamos a entender el alma como un espejo.
espejo.
(Del lat. specŭlum).
1. m. Tabla de cristal azogado por la parte posterior, y también de acero u otro material bruñido, para que se reflejen en él los objetos que tenga delante.
2. m. Cosa que da imagen de algo. El teatro es espejo de la vida o de las costumbres.
3. m. Modelo o dechado digno de estudio e imitación. Espejo de la andante caballería.
4. m. Arq. Adorno aovado que se entalla en las molduras huecas y suele llevar floroncillos.
5. m. And. Transparencia de los vinos dorados.
6. m. pl. Remolino de pelos en la parte anterior del pecho del caballo.
No creo que haya ni que explicar a qué definiciones voy a hacer referencia.
El alma, al igual que hace el espejo, refleja todo lo que hay en ti, y a tu alrededor. Absorbe la los colores como nuestros ojos, pero solo cuando hay luz.
Todas las maneras intencionadas de regalar los trocitos de tu alma, has de entenderlas como un reflejo. Estéticamente iguales, con el mismo contenido, pero que al ser un reflejo, no dañan la integridad del núcleo del ánima.
Pero ¿qué pasa con los espejos? Que con el tiempo y con los golpes se pueden resquebrajar, pero que si les das en el punto exacto se rompen.
De ahí otra propiedad común entre el alma y un espejo: la fragilidad.
Este quizás sea el paso más duro, pero hay que hacer entender, y hay que explicar qué pasa cuando un espejo se rompe.
Ya se viene diciendo desde los tiempos de antaño que cuando rompes un espejo vas a tener siete años de mala suerte, y ahora estamos usando el espejo como metáfora del alma ¿me sigues?...
Cuando en tu vida ocurre un hecho insólito, importante y potencialmente cruel, despiadado o dañino tu alma no solo se empezará a resquebrajar, sino que acabará rompiéndose.
Entonces es cuando empiezas a perder (hago hincapié en ese verbo y lo que él significa) los trozos de tu alma, que al igual que los de un espejo, no han dejado de cumplir su función pero no te dan una visión global de lo que quieres mostrar, son más difíciles de llevar y cortan.
Llegados a un punto en el que decimos que el alma se ha fracturado, podremos predecir la agonía que esto puedo conllevar: con el mínimo movimiento un pedazo puede extraviarse, cuando no te des cuenta pueden robarte otro, y sin un poco de cuidado puedes clavártelo y/o cortarte.
Así es como el alma empieza a vaciarse, es como tu cuerpo amen de ser un mero contenedor deja de cumplir su propósito y se queda sin qué guardar, pues ese contenedor puede llevarse también de lagrimas y desbordarse haciendo que tu espejo se vaya en una cascada ,con tus emociones.
Siento que se me ha ido un trozo de alma con cada error que he cometido.
Como si en un momento me hubiese roto como un espejo y en cada paso fuera perdiendo lo que era mi esencia.