23 de febrero de 2010

Incertidumbre



Incertidumbre, ¿por qué has de quemarme por dentro?,¿por qué me tienes siempre colgando de un hilo, como balanceándome sobre el abismo de la duda?
Incertidumbre, cuéntame ¿por qué estas tan ligada al dolor?...

Dime incertidumbre, ¿de donde sacas las fuerzas? ¿Acaso te alimentas de amargura?, explícame, por favor, dónde guardas las energías…

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3 de febrero de 2010

Entre ramas



Desgraciadas las almas que vagan sin rumbo, levitan sin gana y sin ninguna meta.
Se mueven por impulsos primarios, sin reflexión alguna, sin capacidad de entender las consecuencias.
Merodean con un velo de amargura, alejadas de la ética y la conciencia, actúan en sintonía con sus emociones, cargan con mentira y vetan la moralidad.
Queman sentimientos y huyen de problemas, sobreactúan engañándose a sí mismas.
Indecisas animas que han perdido el norte, no tienen donde llegar ni descansar
Aventurándose a la elección del día a día, sucumbiendo por momentos a tentaciones y deseos. Observando desde lejos el abismo donde caer o dirigiéndose a él dependiendo del estado de ánimo, o de las ganas de cargar con el remordimiento.
Se aseguran de no dejar huella, de ocultar sus pasos, de borrar pisadas y hasta memorias.
Sellando labios entrometidos, oídos descuidados y cerrando ojos que ven demasiado, encargándose de ocultar si es necesario, de tachar si es preciso, de mover el tiempo y el espacio para conseguir sus propósitos, si estos no fueran adecuados.
Llevándose en su camino a terceros y espíritus ajenos; llenando corazones y vaciando copas de cristal.
Sobreviven a base de egoísmo, y aunque prefieran llamarlo instinto acaban destapando la codicia.
Sin cordura, pero con sensibilidad, intentan seguir avanzando aunque sus pasos vayan más hacia los lados y tropiecen con la misma piedra.
Mayoría en veces, no se dan cuenta de la realidad, dicen creer en un destino noble, pero fallan en cuando a métodos, y más a su contra, les fallan en respeto.
Suelen depender de un hilo, del más fino, del más corto y frágil; que va quebrándose aun más cada noche, e incapaz de recuperarse aguanta los tirones del día a día.
Y siguen viviendo, sin parecer y sin motivo, viviendo por vivir, sufriendo porque si